Sin lugar a dudas, una de las imágenes más repetidas a lo largo de todo el año 2015 ha sido la de gente sacándose autofotos con un palo. El que a priori parecía uno de los inventos más estúpidos terminó por convertirse en una tendencia global.
Siempre me hizo mucha gracia ver cómo la gente cargaba con esa aparatosa vara para poder sacarse una foto de uno mismo. Estirar el brazo con el móvil en la mano ha dejado de ser cool durante 2015. Si ahora quieres ser guay debes prolongar la extensión de tu extremidad con un palo... ¡Un palo!
Bromas aparte, lo cierto es que muchas ventajas no le vi al invento. Al menos hasta el verano... No fue hasta la época estival donde viví un par de situaciones del tipo: «si tuviera un palo de esos, esta foto la hubiese sacado yo mismo y hubiera quedado bien».
Los viajes, esos pequeños caprichos que nos obligan a inmortalizar cada piedra torcida en nuestro camino y donde obviamente nosotros también queremos dejar constancia de nuestra retorcida cara. Podemos pedirle a alguien si nos hace el favor y nos saca la dichosa foto utilizando nuestro teléfono.
El problema surge si estamos viajando por un país como España donde la mayoría de la población es de "avanzada" edad. Lo más probable es que aprieten todos los botones del móvil antes de darle al del disparador. Menos mal que no acostumbro a tener aplicaciones bancarias instaladas en mi móvil, de lo contrario algún que otro viejecito habría hecho una o dos transferencias a su cuenta "sin querer".
Resumiendo, que al final le empecé a encontrar la utilidad al selfie stick siempre y cuando estuviera vinculado a un contexto de viajes y visitas turísticas.
Esta fue la razón que me hizo "despeinar el mercado" con el objetivo de localizar el mejor selfie stick por el menor precio posible. Valoré marcas como Xiaomi pero al final el palo ganador fue el del fabricante chino BlitzWolf.
Existen dos versiones: una con bluetooth y otra sin él. La versión que hemos probado es la que trae la tecnología inalámbrica. Aparte de ahorrarnos el cable que se conecta físicamente al móvil por medio del minijack de 3.5mm, la versión inalámbrica incorpora varias funcionalidades que podrían ser muy útiles según sean nuestras necesidades.
Si escogemos la opción con bluetooth vamos a tener que estar pendientes de que el cacharro no se nos quede sin batería ya que sin ella sería inservible. La buena noticia es que un carga completa da para muchísimos disparos. No creo que suponga grandes quebraderos de cabeza.
En la imagen vemos como la única función de la que dispone la versión carente de bluetooth es la de disparar. Por otro lado, en la versión más completa encontramos: dos botones para hacer zoom, un tercero para intercalar entre la cámara delantera y trasera del móvil, un cuarto para tomar las fotos, un switch para encender el aparato y un puerto mini usb para cargar el dispositivo.
Al parecer estas características adicionales no funcionan del todo bien en cualquier smartphone. Lo hemos probado con un Xiaomi utilizando la aplicación creada por BlitzWolf y no podemos dar fe de ello ya que todo funcionó a la perfección.
El cabezal de sujeción del teléfono es válido para smartphones de entre 3.5 y 6 pulgadas. Resulta imposible imaginar un modelo de móvil que no encaje bien en ese espacio. Aunque sacudamos con relativa fuerza no da la sensación de que el teléfono se pueda soltar, el agarre es perfecto.
El selfie stick consta de 5 partes extensibles que hay que girar y bloquear, logrando así mantenerlas fijas. Podemos encontrarlo en varios colores: negro, rosa, verde y azul.
Tras utilizarlo durante algún tiempo puedo decir que efectivamente es uno de los palos de selfie más completo, resistente y económico que he visto. De hecho, a día de hoy no he observado a nadie con uno mejor por la calle (aunque no descarto la posibilidad de que los haya). ¡Incluso le podemos poner un mosquetón en la parte posterior para colgarlo donde queramos!
Los materiales de construcción son muy buenos, las funciones de los botones son todas las que se podría desear y, por si fuera poco, también se puede acoplar con algunas de las cámaras de acción más famosas (GoPro, Xiaomi, SJCAM). Esto último es posible gracias a un tornillo adicional que se puede cambiar por el que trae, aumentando así su compatibilidad.
OJO, los mandos bluetooth no funcionan con las cámaras de acción.
Como habrás notado, se trata de un gadget todoterreno. Si estás buscando un palo de selfie porque prevés que le vas a sacar provecho, no se me ocurre mejor opción.
Cuando compramos el selfie stick de BlitzWolf costó alrededor de 10€ gracias a una oferta muy puntual que lanzó la tienda china Banggood. Lo normal es que cueste aproximadamente 15€ la versión con bluetooth y 10€ la versión normal.